SANA CONVIVENCIA

“Una  visión sin acción es solo un sueño, una acción sin visión carece de sentido; una visión con acción puede cambiar el mundo” Joel Barrer.

 

Nuestro compromiso hoy es ir compartiendo con ustedes nuestra visión a través de este Blog, para que  se le asigne sentido a nuestro accionar y a lo que queremos construir junto a ustedes, nuestros clientes y potenciales clientes.

Sana Convivencia es nuestro sello, me pregunto… ¿saben ustedes qué entendemos por  convivencia?, ¿cuándo nos iniciamos en ella?

Convivencia, según el diccionario,  es el  acto de convivir.  La palabra convivencia proviene del latín, formado por el prefijo “con” y la palabra “vivencia”, que significa acto de existir de forma respetuosa con las demás personas. Asi, existir en forma respetuosa significa: “sin dejar de considerar al otro”.  El respeto, del latín respectus, quiere decir:  “atención” o “consideración”, por lo que, la convivencia exige consideración, es decir, exige respeto.  Sin respeto no hay convivencia.

La primera experiencia de convivencia la tenemos en la familia.  Los padres constituyen el primer referente social de los hijos; les transmiten creencias, valores y actitudes que influyen directamente en su desarrollo personal y social.  La familia, en cualquiera de sus formas, permite al niño vivir experiencias que se convierten en ejemplos o modelos de aprendizaje significativos, que fortalecen  su manera de relacionarse con el otro.

El rol de la familia es fundamental, es el modelo con el que los niños, niñas y jóvenes interactúan y se relacionan con los demás.

La familia es el puente ecológico para promover el respeto, comprender y entender cómo otros se sienten frente a nuestras acciones y cómo nos sentiríamos nosotros frente a un trato semejante.  Con ello, la capacidad de distinguir lo bueno y lo perjudicial para otros.

El respeto implica que pongamos atención al otro y seamos capaces de considerarlo.

¿Los padres respetan a los docentes?  ¿Los docentes respetan a los padres? 

Los padres y maestros pueden ser los mejores aliados en la construcción del bien del hijo, mediante una relación de respeto y una comunicación abierta y fluida.

“El respeto es un valor que aparece en cualquier relación social e interpersonal.  En la escuela el respeto debe servir como guía en las situaciones de interacción que se dan entre los estudiantes, entre los profesores, entre los directivos y los profesores, entre los estudiantes y los profesores, entre los padres y los profesores, etc.” (Saborido, 2017)

La Convivencia en la escuela amplía esta interrelación del niño con su familia a una interrelación con una comunidad educativa, conformada por padres, estudiantes, docentes y personal administrativo.

Ya sabemos que para lograr una SANA CONVIVENCIA, es pilar fundamental el respeto.  Sin embargo, ¿cómo logramos que nos respeten?

Los invito a pensar en las 3 A, es decir, la Autoestima, la Asertividad y la Autenticidad,… entre otros aspectos que pudieran estar influyendo en el respeto hacia nosotros.

La Autoestima, tener un buen concepto de sí mismo;  la  Asertividad, ser capaz de expresar lo que se siente y, la Autenticidad, ser coherente entre lo que se dice y se hace. En términos generales, cada uno de estos temas puede ser desarrollado en extenso.

 

Dra. María Elizabeth Zeidan Matta

26 de Agosto de 2019

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